Durante este proceso electoral, la FLIP pudo identificar que hubo una disminución en las amenazas contra periodistas por el cubrimiento periodístico de estos temas con respecto a las elecciones nacionales de 2010. Sin embargo, se registraron intimidaciones, agresiones, y presiones indebidas a los medios de comunicación por parte de campañas políticas y administraciones locales, especialmente a través de la pauta publicitaria.
Varios periodistas locales consultados por la FLIP, reconocieron la existencia de un ambiente de autocensura durante el proceso electoral. Algunos temas conocidos y de interés público, no fueron publicados por los periodistas por razones de seguridad o por temor a perder la pauta publicitaria con los candidatos electos. “Nos hemos convertido en vendedores de propaganda y la calidad de la información queda un poquito relevada”, cuenta un periodista de Buenaventura, Valle.
También se evidenció una activa participación de los periodistas y los medios de comunicación en las campañas electorales, incluso creando enfrentamientos entre los mismos periodistas, como sucedió en Barranquilla, Atlántico, donde en columnas de opinión se hicieron varios señalamientos por defender o atacar a determinados candidatos locales. Además, el diario Hoy, de Magdalena, denunció en su editorial las presuntas amenazas de un candidato a la alcaldía de Santa Marta.